Impresiones con Völgarr the Viking. Una auténtica experiencia vikinga para hombres de verdad

Hace unos pocos días publicamos el lanzamiento de este juego tanto en la plataforma Steam como en GOG. Y pudimos notar que Völgarr the Viking se presentaba como una propuesta tan atractiva que no fuimos capaces de resistirnos ante la idea de hacer una breve reseña sobre la impresión que nos ha causado probarlo.

"RISE, WARRIOR!". Desde el principio ya comenzamos
con un descarado homenaje a Altered Beast

Tras haberlo hecho podemos adelantar que tenemos ante nosotros unas opciones de jugabilidad y estética que se esfuerzan en satisfacer todas nuestras expectativas nostálgicas tanto ochenteras como -y por sobretodo- noventeras, y que también, invita con su fórmula sencilla a no sólo rescatar todo lo bueno de antaño, sino que además forma una experiencia de juego extremadamente adictiva hasta lo insano.

Este, ha sido distribuido por Adult Swims Games y creado por la empresa Crazy Viking Studios, fundada por el equipo creativo de Taron Millet, Kris Durrschmidt y Kochun Hu quienes desde luego no son novatos en esto de crear y diseñar videojuegos, pues habiendo presentado trabajos como La Leyeda de Spyro: La noche eterna (GBA), Shinobi (3DS), y Marvel Super Hero Squad nos da una muy buena idea de la experiencia y profesionalidad que tienen en este campo.

¡La gloria y el Valhalla te esperan!

Por su amor a las recreativas de antaño, a los 16 bits, a la dificultad elevada, a una jugabilidad plena y unos scores en los que uno podía siempre dejar su marca, es por lo que han decidido crear este juego. Y esto, es con lo que finalmente nos hemos encontrado.



LEVÁNTATE, GUERRERO
Nada más empezar nos damos cuenta de que estos chicos no han querido andarse por las ramas. Es encenderlo y jugar. No hay menú, escenas ni tampoco introducción alguna que nos pueda indicar cual es nuestra misión. Pero desde luego tampoco es que nos haga falta; el planteamiento del juego es muy sencillo: Avanza y aplasta a todo aquello que se te ponga por delante. También cabe señalar que es en este momento cuando nos encontramos con el primero de muchos tributos enfocados principalmente hacia los nostálgicos, en este caso; uno del Altered Beast en el que el todopoderoso Odín, como en su día lo hizo Zeus con un fallecido centurión romano, ordena a Völgarr que se levante del mundo de los muertos y se dirija empuñando su lanza, espada y escudo, con gran voluntad e ira nórdica, a vencer a sus enemigos.



Lo primero que notamos es que tiene una jugabilidad muy intuitiva y bastante sencilla, y que lo más recomendable es utilizar un buen gamepad para poder disfrutarlo a tus anchas. Un control muy fácil que además, te da la opción en cualquier instante, de cambiar y configurar tus teclas para poder divertirte de la forma que más te plazca. Pero pesar de la sencillez de su jugabilidad, esto no significa que va a resultar ser un paseo. No señor, pues el juego se te presenta como una experiencia vikinga auténtica en la que sólo los más aguerridos pueden sobrevivir. Este está pensado para que únicamente lo puedan sostener auténticos machos de pelo en pecho, y como tal; su dificultad es para hombres de verdad.

Con niveles kilométricos en los que a duras penas puedes avanzar contra un sin fin de enjambres de enemigos que no dejan de surgir para acosarte en todo momento y en los que si caes antes de tiempo no concede concesiones ninguna. Nos encontramos con un gran adagio de la dificultad tan típica de las recreativas de los años 90's. Apenas dos golpes y estás fuera de combate. No hay trucos, piedad ni compresión alguna para los jugadores. Esto es un everest para todo aquellos que amen una buena jugabilidad pura y dura como la de antaño. Podemos ver que esta es un tributo clarísimo al Ghosts'n Goblins, en la que encontramos una gran semejanza también en gran parte de la modalidad de juego.

Si sobrevives el suficiente tiempo quizás puedas equiparte como todo un berseker

Aún así, a pesar de este hecho -que vuestra es la labor de juzgarlo como una virtud o un defecto- no se trata para nada de una prueba desesperante y molesta. Al contrario, su ritmo resulta ser una de las propuestas de lo más adictivas que nos hemos encontrado en mucho tiempo. Tanto como el Unepic. Sólo quieres avanzar y seguir, y cuando caes; te vuelves a levantar y continuas adelante. Para cuando finalmente te alejas del ordenador lo más probable es que hayas estado cerca de cinco horas seguidas y ni siquiera te hayas dado cuenta.

Un juego muy fijo y directo, pero todavía se dan situaciones que
perfectamente puedes solucionar haciendo gala de ingenio y astucia

En cuanto a su estética, poco se puede añadir a lo que perfectamente se ve de un sólo vistazo. Es un Valhalla de sensaciones. Tiene una atmósfera brutal y muy heavy. El juego se muestra como un continuo mar de sangre que se va acumulando conforme vas eliminando a todos los enemigos que aparecen. Llega a un punto en el que pareces todo un berseker que va encontrando y destruyendo todo aquello que respira y sangra en la pantalla. Es curioso que Völgar the Viking sea un producto lanzado por Adult Swim Games, ya que el juego en sí me recuerda muchísimo a una de las propuestas de serie de animación que emitió la cadena de Adult Swim; Korgoth of Barbaria. Cuya ferocidad y escatolicismo no se queda para nada atrás con la del juego.

Brutalidad por los cuatro costados, aquí la sangre está servida.

Por último no quiero olvidarme de señalar el trabajo que se han dado a la hora de realizar los efectos de sonido y la banda sonora que, realizada por Kochun Hu, nos trae una muestra de temas que pueden verse realmente épicos y atmosféricos. Muchos de estos pueden evocarnos a Basil Poledouris, como al inicio del juego que nos recuerda al tema de intro de la peli de Conan el Bárbaro:



En conclusión podemos decir que es un producto que funciona y que tiene mucho que ofrecer. Es un poco caro, pero con una jugabilidad tan sencilla, una dificultad tan digna y una capacidad de enganche que puede hacernos remontar la época en la que teníamos los ojos en la pantalla en medio de la noche, desde luego merece la pena.

Por: Axel A. Giaroli